Hágale Sin Miedo: Emprender es Aprender
” Hágale sin miedo”, un recuento de enseñanzas propias y de otros empresarios en el proceso de emprender. Si deseas iniciar un negocio o consolidar una idea, este libro es para ti.
“En anteriores ocasiones, había escrito para el mundo empresarial y académico, especialmente en el campo de los proyectos, pero tenía la inquietud por escribirle a cualquier persona sin distingo de edad, formación, vocación. En este caso, parte de la inspiración para escribir, provino de mis estudiantes de pregrado y no precisamente, por los más destacados.
Usualmente, al finalizar cada semestre, doy una charla a los estudiantes sobre cómo enfrentar la vida profesional: desde qué deben aprender antes de graduarse, qué pueden estudiar más adelante y hasta como ser mejores profesionales. Esto último implica asumir actitudes que no requerían mayor talento, solo compromiso y concentración: ser puntual, avisar con anticipación sus problemas, reconocer cuando necesitan ayuda, preguntar sin temor al ridículo y en general, comportarse como personas “confiables”.
Como emprendedor de su propio negocio o en el negocio de otra persona (franquicia, intra-emprendimiento, dirigiendo una nueva unidad de negocio, gestionando un proyecto), Usted va a trabajar con los talentos o recursos de otros, sea tiempo, dinero, activos o personas. Los clientes transferirán su dinero hacia usted, solo porque confiarán en usted y en lo que proyecta. Los inversionistas o socios trabajaran con usted, porque confían en algo más que su modelo de negocio.
No considero este libro como “auto ayuda”, y tampoco deseo endiosar el emprendimiento como si se tratara de una actividad glamorosa o cool. Reconozco que no todos podemos ser emprendedores al instante. Algunas personas requieren más preparación que otras. Lo que quiero resaltar es la necesidad de ser constantes. No se trata de lo que sabe hacer. La clave cuanto le dedica diariamente a hacerlo mejor que otros. Por eso creo, irremediablemente que el verdadero talento es tener disciplina. No son pocos los casos de deportistas, artistas o cualquier otro talento deslumbrante, echado a perder, por la falta de ésta.
Inicio con esta reflexión: ¿Dónde nacen los emprendimientos? Todo emprendimiento empieza por el problema de alguien. Sea una persona particular, el gerente de compras de una empresa, el dueño de una mascota o la madre de un niño, todos tenemos problemas. Esa es la base de entender un negocio, emprendimiento o proyecto exitoso: resolverle el problema de alguien.
Mi primer emprendimiento fue una absoluta casualidad, pero precisamente me enseñó que las oportunidades están para quienes las ven. Es decir, cuando la mente está preparada para ello. ”
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